Lincy Acosta

Amante aventurero, la locura se internacionalizo (2 parte)

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Anonymous
Ago 20, 2017 02:04 PM 0 Answers
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Para entrar en contexto debes  leer “Consumado lector,  amante aventurero”…

Salí de San Gil, con una sola pregunta… será esta la única experiencia sexual de este viaje, donde el sexo con una extraña seria mi única anécdota, igual al salir de casa nunca paso por mi cabeza que algo así me pasaría. Los kilómetros avanzaban y durante los recorridos debes en cuando me distraía pensando en lo que paso esos días, al punto que llegue a tener erecciones que dificultaban mi postura en la moto.

Con paisajes increíbles, personalidades curiosas y cientos de kilómetros recorridos llegue a Taganga, una población de pescadores y mucho, pero mucho turista extranjero.. Me hospede donde un familiar quien me hablo de las maravillas de este pedacito de Colombia y de los excesos de los turistas que la visitaban, ósea droga y sexo descontrolado por doquier..

Como turista y aventurero termine visitando playa blanca en compañía de mi ego, moto y mucha agua llegando a un lugar fascinante donde la mayoría de las extranjeras eran jóvenes con cuerpos esculturales y picardía a flor de piel. Allí conocí a Eidel y Golda, dos flacas y sonrientes Israelitas que después de terminar su servicio militar obligatorio estaban recorriendo el mundo en un año sabático, sin saber nada de ingles y ellas poco español, terminamos recorriendo muchas de las playas de ese sector, durmiendo en hamaca, el piso y en sus cuerpos..

Tuve más empatía con Eidel, una trigueña de ojos azules, cabellos rubios y unas tetas pequeñas pero perfectas, lo cual me fue extraño ya que si comparaba mi “belleza” con las de los tipos que por allí andaban pues quedaba en franca desventaja. Igual no importo, con Eidel tuvimos sexo algo romántico donde las olas del mar acompañaba cada penetrada con magia “Por asi decirlo” No había perversión solo besos apasionados, poses normales y al final un reposo tranquilo a la orilla del mar.. Con ella entendí el concepto de “sexo seguro” por mas arrechera que tuviera siempre tenían listo el condón para ponérmelo. Y también entendí que tener sexo con un extraño es no ligarse, enamorarse o encollarse. Ya que al otro día la vi con otro extraño a plena luz del día tirando como conejos y de manera desenfrenada.

Ahí fue donde Golda con su experiencia supo canalizar mi rabia o despecho, y por ende mis ganas de culiar con rudeza, dando nalgadas y agarrando el cabello de forma desesperada, buscando romperle el culo y hacerla tragarse cada descargada de semen que tuve en los momentos de sexo que tuvimos… Se puede decir que mi verga se internacionalizo romántica y perversamente.

Lejos de la playa cuando hacia mi último recorrido antes de volver a Taganga, conocí a Margaret una Inglesa, delgada, senos pequeños y nada de culo, pecosa por todos lados y sin una cara hermosa pero con la gentileza propia de los británicos. Me acerque por que la vi leyendo “Cien años de soledad” por qué Colombiano que se respeta evita la feas y quizás por eso seguiremos siendo machistas por otro siglo, al menospreciar la belleza intelectual de la física.

El cuento es que,  me menciono “en excelente español” que había visto como me había culiado las dos pelas israelitas y que si yo podía regalarle un momento de relajación igual, a lo que no vi problema…. Eso si más alejados de todos porque era algo tímida. La quitada del vestido de baño fue un suplicio entre si quiero y no quiero, guiarle la mano hacia mi verga era otro tormento.. Hasta que ya algo molesto le pregunte si es que era virgen o que.. Con algo de añoranza me conto que hacia 1 año el que sería su esposo la dejo plantada en la puerta de la iglesia y ella había salido a recorrer el mundo para sanar su dolor. Le volví a preguntar si esto era lo que quería o si solo quería recorrer la playa sin que el sexo fuera un final.

Ahí sin más palabras deslizo su mano a mi verga, la tomo como firmeza y empezó a mamarla con una ganas las hijueputas, me toco empujarla para que no me hiciera venir, le abrí las piernas y cuando la iba a clavar me dijo que le diera por el culito, ya que su cuquita seria solo para aquel que la tuviera por el resto de su vida. Me masturbo y yo le hacía lo mismo teniendo cuidado de no introducir mis dedos, buscando respetar su deseo. Cuando estuvo lista se puso en cuatro y comencé a metérselo lo más suave posible y más aún porque era un culito bien cerradito, en cada empujo su mano buscaba atajarme pero sin fuerza como diciendo “me duele pero no pares”… hasta que le metí toda la verga me pidió que le diera hasta que me viniera, comencé suave pero ella en su natal idioma me pedí que le diera más duro que no se lo sacara, quizás por el preludio mi sensación de venirme no aparecía y tuve más de 30 minutos dándole y dándole hasta que fue el cansancio y no la eyaculación la que me hizo parar.

Me sentí confundido por no venirme y ella sonriente me dijo que había sido la penetración mas deliciosa y duradera que había tenido de su vida y que con razón los latinos éramos tan apreciados por esos lados… algo así como un “latin Lover” del putas.

Si llegaron hasta aquí y con ganas de saber que paso en los restante dias…. Despues les cuento.

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