La verdad es que después de ese primer acercamiento a lo que era el sexo, por medio de lo que había visto hacer a mi madre en mi cama con uno de sus "amigos", la vida para mí cambió por completo y cada juego de niño que comenzaba siempre bien y terminaba en fantasía con mi madre, los meses pasaron y yo ya no era el mismo niño, para cuando terminó el ciclo escolar como de costumbre nos fuimos de vacaciones a casa de mi abuela, al igual que todos los años, pero este sería diferente, no sólo porque yo ya no era el mismo niño de los años anteriores, sino también por lo que me esperaba en esas vacaciones familiares.

Como de costumbre toda la familia se encontraba reunida en casa de la abuela, desde los hermanos mayores de mi madre, hasta los bisnietos de mi abuela, la casa era zona de guerra en esos días, en los días subsecuentes la gente iba tomando nuevos rumbos y la casa iba adquiriendo una nueva atmósfera de paz.

De los pocos que nos quedábamos todas las vacaciones estaban mi madre y una de mis tías, junto con sus hijos, la casa se volvía nuestra en su totalidad, mis primos eran 6, de los cuales solamente una era mujer, los juegos de varones eran claramente lo que dominaba en la casa, sin embargo yo no era el mismo, y uno de mis primos se aprovecharía de ello.