Hace 4 años, cuando mi hermana aún vivía aquí en casa, tomé la costumbre de espiarla mientras se bañaba. Me gustaba observar por debajo de la puerta, verle sus pezones, su panocha peludita, ver como se tocába, era demasiado excitante. Pensar que podría verme y decirle a mis padres, no sé si alguna vez me vio y no dijo nada porque le gustaba ser observada.

Lo mejor era que después del baño, podía masturbarme con sus tanguitas aún calientitas, recuerdo el aroma y se me para la verga mientras escribo.

Lamer sus fluidos vaginales del calzoncito, envolver la cabeza de mi pene en ellos, y finalmente dejar las tangas llenas de leche, incluso lo hacía en sus tangas limpias para que mi esperma estuviera con ella.

La mejor masturbada que me he dado, fue después de verla rasurarse la conchita, ese día fue mágico, ya que tengo una fantasía con las vaginas depiladas. Fue hermoso.

Ahora ella se fue a vivir con su novio, pero por suerte dejó toda su ropa interior, con la cual me he masturbado incontables ocasiones, sé que es algo enfermo por ser mi hermana, pero la verdad es que está demasiado buena y la tentación era grande.