Una rica mamadita de verga

Salí de mi clase de biología, estaba nervioso y emocionado por coger por primera vez, había quedado con Tamara de vernos en la salida de la escuela en 5 minutos, las manos me sudaban, realmente no me gustaba, pero no podía dejar pasar la oportunidad, llegue a la puerta y ahí estaba fumando un cigarro muy tranquila, caminamos platicando como normalmente lo hacíamos sobre tonterías, hasta que llegamos al hotel, entramos y ella pidió y pago la habitación y una caja de condones.

Entramos a la habitación, nos empezamos a besar, mi pene se empezaba a poner duro, ella se quitó la blusa y comencé a tocar sus tetas, eran medianas, no muy firmes, desabroche su sostén y tome con mis dos manos sus tetas, sus pezones eran cafés claros, no muy grandes, los comencé a rosar con mis dedos, los lamí con la punta de mi lengua y los frote con mis manos, en cuanto se pusieron duros los comencé a mordisquear, cerró los ojos y dijo que rico me comes las tetas, me quite la playera y comenzó a besarme el pecho mientras yo seguía frotando sus tetas, desabrocho mi pantalón y yo desabroche el suyo, se lo baje y quede de rodillas ante ella, comencé a tocar su vagina por encima de su calzón negro de encaje, me pidió que me levantara y que siguiera besando sus tetas, mientras, ella saco mi verga y la comenzó a tocar suavemente y dijo tienes una verga muy bonita, me sonrojo y me quite inmediatamente el pantalón y los calzones, la abrace por detrás para que sintiera mi verga dura en su culito pequeño no muy duro, le bese el cuello y su espalda, tome sus tetas, las apreté y las tocaba en círculos, tomo mis manos y dijo me estoy mojando, quiero chuparte esa verga tan rica que tienes, eso me excito mucho, era la primera vez que me hacían sexo oral, se agacho, ensalivo sus manos y empezó a masturbarme, después levanto mi pene y comenzó a lamérmelo desde los testículos hasta la punta y comenzó a hacer círculos con su lengua sobre la cabeza de mi pene, jamás había sentido algo tan rico, sentí que me iba a venir en cualquier momento, las piernas se me doblaban, de pronto se metió la mitad de mi verga en la boca y la comenzó a comer como si estuviera chupando una paleta, su mirada estaba sobre mis ojos, yo no podía ni voltear a verla, estaba concentrado en no venirme, tomo mis nalgas con sus manos, las apretó y se metió toda mi verga hasta el fondo de su boca, sentía como estaba en su garganta, la piel se me erizo, se estaba devorando mi verga y disfrutaba ver mis gestos de satisfacción, muy rápido le pedí que se detuviera, baje sus calzones y la tumbe sobre la cama, ella levanto y sujetó sus piernas y dijo cómeme mi panochita tan rico como te mame tu verga, no tenía idea de cómo hacerlo y tampoco muchas ganas por su exceso de vello púbico y por su olor tan fuerte, comparada con la de mi ex, que me gustaba oler mis dedos todo el día después de masturbarla, empecé a lamer su vagina de arriba abajo, no sabía cómo satisfacerla, luego la masturbe metiendo mis dedos en su vagina, después con mis manos abrí sus labios mayores y pase mi lengua por su clítoris y empezó a gemir, se notaba que estaba en el punto que más le gustaba, al parecer no lo estaba haciendo tan mal, me jalo del cabello y me dijo ponte el condón rápido, me acosté encima de ella, la comencé a besar en la boca y a rosar mi verga en su vagina, ella tomo mi pene y se lo metió, su vagina estaba muy mojada, comencé a meterlo y sacarlo muy lento, sentía como resbalaba fácilmente por su caliente y húmeda vagina, me pidió que le diera más rápido y duro, pero cuando subí la velocidad algunas veces se salía mi verga de su vagina y se dio cuenta que no era nada experto en eso, me recostó y se subió encima de mí, empezó a darse sentones en mi verga tan rápido y duro como podía, se agarraba las tetas y se las apretaba, después de un rato empezó a moverse más lento y en círculos, me gusto más, sentía como rosaba mi verga su vagina, realmente yo no sabía qué hacer, casi no me movía, ella me estaba cogiendo como si le hubiera pagado por hacerlo, cuando sentí que ya me iba a venir le dije, ella se quitó de encima rápido, me quito el condón y me la empezó a mamar, me encanto que lo hiciera, me vine en su boca y tuve que jalarla del cabello para que dejara de chupármelo, lo tenía muy sensible, ella solo sonrió y me dijo que le encantaba tragarse el semen y se comenzó a vestir, tome mi ropa y me vestí, salimos del hotel y nos despedimos como amigos, jamás comentamos lo que había sucedido, el siguiente semestre cambiamos de salón y apenas cruzábamos palabras, hoy en día está casada con su novio que engañamos y tiene 3 hijos.