Me exprimieron sexualmente

A los 15 años frecuentaba con mis amigos un restaurante – bar dentro de un centro comercial, ya que podíamos consumir bebidas alcohólicas sin presentar identificación, se hacía buen ambiente y se podía conocer a muchas chicas, ahí conocí a Diana.

Diana era una nueva mesera, tenía 22 años, rubia, ojos café claro, alta, delgada, nalgas redondas paraditas, tetas pequeñas, era hermosa, desde que la vi me encanto, cruzamos varias miradas y me acerque, platicamos un poco y me pasó su número telefónico, empecé a ir cada viernes y sábado al bar con mis amigos solo para verla, coqueteábamos un poco, pero se resistía a que sucediera algo por la diferencia de edades, un día conocí a otra chica dentro del bar y estábamos bailando reggaetón muy cerquita, un mesero se acercó y me dio un papelito que decía, “te veo en la entrada de la bodega soy Diana”, espere a que terminara la canción y fui a donde estaba la bodega del bar, Diana abrió la puerta y entramos a la bodega, cerró la puerta y me dio una cachetada, estaba molesta y me reclamo porque me había visto bailando con otra chica, la tome de la cintura y la intente besar, pero se resistió, nos jaloneamos y finalmente nos empezamos a comer a besos bruscamente, tome sus nalgas con mis dos manos, se sentían más grandes de lo que se veía con su uniforme, metí mi mano en su pantalón y pase mis dedos sobre su vagina, estaba completamente depilada y un poco sudada, mi pene se puso bien duro y antes de que pudiéramos hacer más, tocaron la puerta y tuvimos que salir.

Diana era reservada, no le gustaba hablar de su vida o de cosas a futuro, era impulsiva y nunca aceptaba verme fuera de su trabajo, solo hablábamos por celular y nos veíamos en el bar donde nos besábamos a escondidas, a mis amigos les caía muy bien, siempre nos mandaba tragos y les presentaba chicas, hasta que un día llegamos al bar y me dijeron que había renunciado, a los pocos minutos llego sola muy arreglada y maquillada con un vestido azul entallado y tacones, se veía aún más hermosa, se acercó a mi mesa, parecía que me estaba vigilado, esa noche parecía que éramos una pareja normal nos besamos sin escondernos, bailamos, tomamos unos tragos, pero se tuvo que ir pronto según ella tenía un compromiso familiar, pero acepto verme al día siguiente.

Nos vimos en el centro comercial donde estaba el bar, en cuanto llegue me pidió acompañarla a su departamento por unos papeles que tenía que entregar en su nuevo empleo, cuando íbamos subiendo las escaleras se detuvo y me confeso que tenía una hija de 1 año, estaba separada del papa de su hija, la noticia me tomo por sorpresa, solo le dije que no había problema con eso, al entrar a su departamento vi algunas cosas de su hija y antes de ver más Diana me empezó a quitar la ropa, yo aún seguía confundido, ella se comenzó a desnudar y dejo la ropa tirada en la sala, me jalo del brazo y entramos a su recamara, nos recostamos en la cama, aún no había asimilado la noticia, quería saber más de ella, pero ella solo quería cogerme, ni siquiera había prestado mucha atención a su cuerpo, solo pensaba en que no sabía nada realmente de ella, nos empezamos a besar y comencé a excitarme al sentí su cuerpo, en cuanto se me puso dura, se la metí, por primera vez sentía una vagina sin condón, había mucha diferencia comparada con mi primera vez que lo hice con condón, al principio sentí que me rosaba porque no estaba lubricada y creo la lastime un poco, pero no me importo, estaba algo molesto por la noticia y comencé a penetrarla tan rápido y duro como podía, tome su cabello y lo comencé a jalar, ella comenzó a gemir y se empezó a lubricar cada vez más, comencé a sentir su vagina mas suave y caliente, sentía como apretaba mi verga y la llenaba de sus fluidos, no dure más de 5 minutos y cuando me iba a venir recordé que no traía condón, saque rápido mi pene y me vine en su abdomen, me quite de encima y me recosté, me quede en silencio, ella tomo mi pene y me dijo quiero más, aún estaba firme, se subió sobre mí y puse atención en sus hermosas tetas blancas y sus pequeños pezones rosados, empezó a darse sentones en mi verga muy despacio, la comencé a nalguear y ella me araño el pecho, no había sentido nada más rico que coger sin condón, estaba muy excitado, después quito sus manos de mi pecho y se inclinó un poco hacia atrás, puso sus manos sobre la cama y comenzó a mover sus nalgas de arriba a abajo sobre mi verga, podía ver como la penetraba, sus labios vaginales pequeños y rosados cubrían a mi pene, tenía una hermosa vagina depilada y rosada, cuando le dije que me iba a venir Diana no se quiso detener, me vine dentro de ella, ella solo sonreía y podía sentir como escurrían nuestros fluidos de su vagina sobre su cama y sobre mí, su abdomen escurría el semen de la primera vez que me vine, se quitó de encima de mí y se recostó, comencé a tocar su vagina, quería que disfrutara más, pero se veía más complacida cuando le metía mi verga, mi pene se volvió a poner duro muy rápido y me recosté encima de ella, empezamos a coger nuevamente, la estaba penetrando lentamente, mientras nos besábamos y me vine dentro de ella, pero seguimos haciéndolo en esa misma posición hasta que me volví a venir, era fácil excitarme viéndola, tenía un lindo cuerpo, no tenía estrías, su cesárea casi ni se notaba, cuando me quite, descansamos un poco y me dijo que cuando tuvo a su hija se había puesto el DIU que no teníamos riesgo, a los pocos minutos comenzó a acariciarme con sus largas uñas mis huevos, mi verga poco a poco se fue poniendo firme, en cuanto se puso dura se empino frente a mí y me pidió que se la metiera, se le veía una gran cola, comencé a penetrarla, otra vez no estaba muy lubricada, me unte saliva en el pene y lo volví a meter, su ano se veía ligeramente más obscuro comparado con el tono de su piel y muy limpio, al mismo tiempo en que la penetraba con mi verga, comencé a masturbar su ano con un dedo, lo tenía muy apretado, sus nalgas estaban muy rojas de las nalgadas y apretones que le daba, me vine sobre su espalda, la recosté e intente hacerle oral, quería lamerle toda su vagina rosada, pero se negó, me dijo que no le gustaba el sexo oral y me quede con ganas de chupar esa rica vagina, después saco de un cajón un lubricante y comenzó a untarlo en su vagina masturbándose, inmediatamente se me volvió a parar y me lleno de lubricante mientras me masturbaba, se subió sobre mí, pero ahora de espaldas, empezó a darse sentones tan rápido como podía, gemía y me decía que sentía muy gruesa mi verga, me pedía que me viniera dentro de ella, esa posición me gusto más, sentía más fricción en mi pene y más apretada su vagina, además podía ver su cola blanca sobre mi verga moviéndose rápido, no deje de nalguearla y arañar su espalda hasta que me vine nuevamente, tuve que ir al baño, cuando regrese Diana estaba de pie viendo su teléfono, la abrace y la comencé a besar, tome sus tetas con mis manos, las apreté y lamí sus pequeños pezones, los succione, me senté en una silla que había y ella se sentó sobre mí, comenzamos a hacerlo, mientras seguía comiéndole las tetas y apretando sus nalgotas, después ella comenzó a mordisquear mi cuello, cuando me iba a venir, le dije que quería echarle mi semen en sus tetas, se quitó y se arrodillo y me masturbo hasta que me vine en sus tetas, ya casi no salía semen, pero se lo empezó a untar sobre sus tetas, me fui a la cama estaba muy cansado y se subió sobre mí, comenzó a mover sus nalgas en círculos sobre mi verga rosada por tanta fricción, después de casi 10 minutos, abrió su boca como si le faltara el aire, gemía más fuerte, cerró los ojos, sus piernas comenzaron a temblar y comenzó a moverse más lento, su piel se erizo, y solo dijo termine, se recostó y empecé a masturbarme para terminar, cuando me vine salió solo una gota de semen, mi pene estaba muy rojo, sensible e inflamado, estuvimos más de 2 horas cogiendo, estábamos muy sudados y pegajosos de los fluidos que teníamos en todo el cuerpo, su recamara olía a sexo, sus colchas tenían manchas de fluidos, me dijo que le había gustado porque lo hicimos muchas veces, salió por la ropa de ambos y regreso con un hilo rosa fosforescente puesto, que me encanto, la volteé y le di una nalgada, me pregunto si me había gustado su hilo y se lo quito, me lo regalo para no olvidar esa tarde, olía a su vagina sudada y sucia, nos vestimos y fuimos a entregar sus documentos, después la invite a comer y nos despedimos con un rico beso.

Cuando iba regreso a casa estaba confundido y preocupado, días después decidí hacerme exámenes para ver si no tenía alguna infección, afortunadamente salí limpio y deje de responder las llamadas y mensajes de Diana, la volví a ver en 2 ocasiones más en el centro comercial una en el bar donde nos conocimos iba acompañada por su novio y se escapó un momento para ir conmigo, quería una explicación de porqué deje de buscarla, no pudimos hablar mucho solo me dio un beso y dijo que me hablaba al día siguiente, pero no lo hizo, la volví a ver después de 1 año y solo nos saludamos de lejos, por las redes sociales supe que se operó, se puso más nalgas y muchas tetas, trabaja en un club nocturno de una playa de México, y ha salido modelando lencería en revistas.

PD: mientras escribía, no pude evitar masturbarme al recordar ese día.