Lincy Acosta

Fue para chuparse los dedos

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Anonymous
Dic 21, 2017 07:30 AM 0 Answers
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En el camino íbamos hablando de todo un poco, de pronto cuando la carretera estuvo más sola me dijo que me pusiera cómoda, yo tan rogada desabotone mi pantalón y lo baje hasta mis rodillas, el empezó a tocarme y a decir que me quería caliente, aunque el día anterior nos hicimos venir delicioso no hubo penetración debido a que estábamos dentro de un auto en la calle a la esquina de un colegio, así que las ganas de sentirnos todavía estaban presente. Él también se acomodó, saco su delicioso pene del pantalón y empecé a masajearlo.

Unos minutos después llegamos al lugar nos bajamos del carro y  entramos como si nada. El empezó a hacer el trabajo por el que habíamos tenido que viajar y mientras tanto yo lo esperaba con muchas ganas de sentirlo dentro, no lo moleste mientras trabajaba para no desconcentrarlo. Quería que acabara rápido para que empezara el trabajo por el que yo estaba presente.

– Tengo una buena noticia, en cinco minutos me la voy  a culear-. Fue en ese momento verdaderamente en el que mi corazón empezó a latir más rápido, por fin iba a tener lo que había estado esperando.

Fuimos a la habitación nos desnudamos y fue ahí donde empezó la  mejor parte de la historia. nos besamos nos a tocamos, me encanta sentir esos brazos fuertes, esas manos de hombre que me provocan tantos deseos, me hizo acostar boca abajo con mi culo levantado en posición de perrito y empezó a tocarme las nalgas, a morderlas de una manera deliciosa. Pazo su lengua por mi vagina, por mi culo mientras tocaba mis piernas, yo mientras tanto sentía la humedad de aquellas zonas y disfrutaba de su lengua y su boca por todo mi cuerpo, me penetro desde atrás haciendo realidad el deseo que había tenido toda la semana provocándome la sensación más placentera del mundo. Se acostó en la cama con su amigote duro como me gusta, me senté sobre él con mis piernas una a cada lado de su riquísimo cuerpo, y mis brazos los utilice para apoyarme recostada sobre sus rodillas. Empecé a cabalgar deliciosamente subiendo y bajando mi culo cada vez para sentir como esa verga dura me llenaba, el froto mi clítoris con una de sus manos hasta provocar en mi un squirt tan intenso que se repitió uno tras de otro mientras que de mi interior salía un liquido blanco y espeso lleno de deseo. Seguimos así por unos minutos más hasta que mis piernas no pudieron, me arrodille encima de el y  penetre mi vagina con su pene, moví mis caderas en un ritmo de desesperación y el sonido que se generaba era aun mas delicioso la humedad de su miembro junto con la mía hacia el momento maravilloso mientras el acariciaba y mordisqueaba mis pequeños pero inquietos pechos.  .deslice mi boca por su cuerpo hasta encontrar la razón por la que me tiene loca.. Su pene tan delicioso como siempre perfectamente listo y húmedo como me encanta esperando mi boca.  Pase mi lengua para saborear su humedad y definitivamente que si es mi delirio tengo que admitir que me encanta saborear su pene duro y mojado me excita demasiado. Lamí su entre pierna le mordí las guevas me comí todo ese bocado hasta sentirlo masajear mi garganta  una y otra vez, mientras mi lengua jugaba con sus partes más intimas mi mano subía y bajaba con ritmo sobre su miembro causándole mucho placer, lo sé por sus gestos y sus gemidos, eso es algo que me encanta provocar en el. De nuevo volví yo sobre la cama y el encima mío. Me penetro tan fuerte y tan rico que no pude contar cuantos orgasmos tuve pero en realidad fueron muchos le tenía muchas ganas a ese hombre, con las piernas para un lado, para el otro, parecía una danza abstracta en la que solo importábamos los dos, aunque creo que también la escucharon los vecinos. Ya los cuerpos estaba sin fuerza y la habitación con un olor interminable a sexo así que puso su legua sobre mis labios, esos que solo él sabe cómo hacer mojar, los lamio los mordió jugó con mi clítoris que estaba más grande que nunca lleno de deseo  y de ganas, y me hizo entrar en ese momento en el que el corazón está en medio de las piernas una vez más, esos órganos interminables que me vuelven loca y que solo el produce en mi. Para terminar y recompensarle todo ese inmejorable trabajo de nuevo lleve su pene a mi boca y utilizando mis manos y mi lengua con masajes de arriba abajo alrededor de su miembro y  sus bolas tuve la recompensa de ver su deseo y sus ganas salir a chorros  de ese pedazo de carne tan perfecto. Seguí moviendo mi mano de arriba abajo y con mi lengua recuperando cada gota de  ese delicioso  liquido que brotaba. Fue un sexo de fin de año para lamerse los dedos literalmente

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