Llevo un rato largo sin nada de sexo y vea lo que me paso.
A mediados del mes de octubre, salía en mi carro y una vecina me abordo, me pregunta hacia qué sector me dirijo y acordamos acercarla en la ruta, iba en la misma dirección, digamos, nos reconocimos, era alguien de los vecinos de mi infancia a quien hacía muchos años no veía. Ahí nos fuimos hablando, me conto su historia, 2 hijos de diferente padre, sin trabajo y toda la tragedia de este virus que nos está matando. Finalmente llego a donde la podía dejar y cuando camino ya por la calle, pude ver que estaba un poco gordita –bastante-, pero en mi “Necesidad urgente” Aguanta me dije. Entre en curiosidad y cuando llegue al apartamento en la noche, la busque en el Face y vi que cuando estaba más joven, era atractiva y sobre todo la vi en un viaje, en vestido de baño y unas piernotas, que para que sigo y me animó, ha cambiado muchísimo esta mujer. Me sentía ridículo, asomado por la ventana, a ver si la veía, pero un día, nos encontramos nuevamente y hablamos un rato largo, me ofreció que ella podría venir a limpiar el apartamento, me suministraba los alimentos a domicilio y lo que necesitara, estaba muy necesitada sin recursos $ y que hacia lo que fuera necesario. Como el tema fue a quemarropa, pues acepte sin medir consecuencias. Tengo acondicionada una habitación del apto como estudio y aquí me encierro a trabajar.
Empezamos por lo del tema del aseo, acordamos que vendría dos días a la semana y seguimos con lo del almuerzo, todos los días. Le pedí no me interrumpiera mientras este con los temas de trabajo y le di una copia de la llave para que entrara sin interrumpir. Pasaron como dos semanas sin problema, almorzando bien, me quite el oficio de la casa de encima, ayudándola con algo de dinero, que realmente no me afectaba, estaba a gusto, realmente ni la sentía entrar y salir del apto. Pasaron los días y una mañana salí de mi encierro y sentí que estaba en uno de los baños haciendo aseo, me acerque a saludarla, cuando la veo en pantalón corto y con la camiseta mojada, se le notaban perfectamente las tetas, Oh My god , grandísimas las tenía. Ahí nos sonrojamos, la saludo, pero no pude evitar seguirla con la mirada por todo el apto. En este verano, aguanta. Me sentí como un perro canequero. Como a las dos noches, estaba en mi habitación viendo televisión, cuando la sentí fue ahí en la puerta y me dijo que pena Gabo, te traje algo de comer que hicimos con los chicos, estaba muy bonita, ya la vi mejor, hablamos un rato y caímos en la conversación inevitable de mi “Verano”, terminamos riéndonos, no le despegue la mirada, detallándome bien su cuerpo, ya les dije gordita y sentí que ella igual, buscaba definirme en medio de mi pantalón de dormir, en fin ya tantos días de vernos, teníamos más confianza; al día siguiente un sábado, creí escuchar muy temprano la puerta, me levante y era ella en la cocina, me estaba dejando algo de desayuno, pero la vi que me veía como raro y era que tenía una “Parola la intensa” me había levantado como casi siempre con una erección elegante, me mande la mano, ya no sabía cómo disimular el tema y me regrese a la habitación me metí en las cobijas deje la puerta abierta, para escuchar cuando se fuera, llego a la puerta de la habitación y me dice, hasta luego que pena despertarlo, huy esta metido en la cama, que envidia debe estar calientica y sin medirme, le pregunte:
-Quiere ver por usted misma, como esta de rico para un sueñito? La viejita, ni se mosqueo me dijo, muy tentador, pero mejor dejar así, desesperado en medio de mi verano tan largo, creo, le dije –Y que tiene, venga, nada malo tiene, hasta bien la pasaremos, cual es el problema? Esta señora, se quitó el pantalón que tenía y se metió así en ropa interior a la cama, de una me mando la mano a mi pene, me beso, apasionadamente, nos desvestimos ahí debajo de las cobijas y empezamos a tener sexo, de qué forma. Que gordita tan rica, una vagina, así como una almohadilla, suave, olía a delicioso, que no hicimos. No nos dijimos nada, fue en silencio, solo escuchaba como gemía suavemente y me decía al oído, mordiéndomelo, duro, así, rico….. Nos echamos este mañanero y luego nos metimos a la ducha a bañarnos y fue peor, ahí parado me lo mamo hasta que me vine en su cara, en sus tetas, que rico.
Salimos y en medio del desayuno, le conté que se salió de madre la cosa, que pena, no es mi intención abusar y tal, ella me dice, no hay que ponerle adornos a eso, somos dos adultos, independientes y nos fuimos despidiendo, hice algo que no se si está bien, pero aliste un dinero y le dije, mire déjeme ayudar con este dinero, se su situación, ella no le presto mucho cuidado al tema, dejo que le metiera la plata al bolsillo. Desde entonces tenemos una o dos veces sexo en la semana, me gusta cuando viene los sábados o domingos muy temprano, eso el polvo mañanero es de lo mejor, siempre le doy dinero antes de salir o lo dejo en su ropa. Lo que se es que, para lo difícil de la situación de ella, eso ayuda mucho con los gastos de su casa, más lo que le pago por las otras cosas en las que ayuda.
Al final me ocupo pensando en que le estoy pagando por sexo, pero ayudó con terminar este verano tan violento por el que estaba pasando. En fin, juzguen ustedes.