No era un joven de tener relaciones, para ser sincero tan solo había estado una vez con una mujer.
Para ponerlos en contexto, era una chica con la que había tenido una mini aventura de adolescente (besos y caricias)  pero ella tenia un novio mucho mayor y decidió no volverme a hablar. Sin embargo al cabo de un año ella me escribió diciéndome que extrañaba nuestra amistad, que lamentaba que las cosas hubieran pasado de esa manera, a lo cual yo accedí a retomar la amistad sin ponerle tanto drama (ella seguía con su novio), hablábamos normal, nunca volvimos a tocar el tema de lo que había pasado, ella llevaba su vida con tranquilidad y yo la mía. Pasaron unos cuatro meses, una noche salí con mi mejor amigo a tomarnos unos tragos y ella llamo diciendo que si podía ir al sitio donde estábamos, llego con una amiga a las 7:30 PM  pero la amiga a mitad de la noche tuvo que irse, tomamos los tres hasta las 11:30 PM, eramos adolescentes y por lo tanto las cervezas nos hacían efecto rápidamente, salimos del bar caminando porque nuestras casas estaban a unos 800 metros, el trayecto no era largo pero las calles si un poco oscuras, ella me tomo del brazo porque se sentía un poco mareada, nos fuimos hablando los tres por el camino, faltando unos 300 metros para llegar a su casa de repente susurro a mi odio - quiero estar contigo- e inmediatamente se me abalanzo con un beso profundo y salvaje y al mismo tiempo con su mano derecha apretaba mi verga con fuerza, mi amigo al ver la escena siguió caminando y se adelanto 50 metros igual de impactado que yo por lo que estaba sucediendo. No lo pensé dos veces, nos metimos a la parte mas oscuro de la calle que estábamos pasando, con el corazón a mil y la excitación, sentía que mi verga iba a explotar, en silencio baje mis pantalones con afán y con solo una mirada le transmití mi deseo, ella se quito la blusa y  el sostén, tenia unos senos firmes, redondos, perfectos. Se arrodillo mirando hacia arriba directo a mis ojos, puso mi verga en la mitad de sus senos y no paro de masturbarme mientras chupaba la cabeza de mi verga, sentía que en cualquier momento estallaría en su boca y acabaría con el momento. La levante con fuerza, la coloque contra la pared              - métemela!! métemela!! quiero sentir tu verga, métemela por favor!! - decía, que espectacular se sintió aquel momento, el calor que emanaba su vagina me excito tanto que enrolle su pelo en mi mano (como alguna vez lo vi en una película porno) y la penetre lo mas fuerte que pude, sentía como mis bolas chocaban con su cuerpo una y otra vez, cada vez con mas fuerza y velocidad, sus gemidos eran tan suaves pero tan profundos que me hacían enloquecer - si,que rico!!, mas por favor!!- me lo pedía gritando, - no aguanto mas - le dije, ella en un solo movimiento se arrodillo, abrió su boca espero a que mi leche caliente cayera en su lengua y dándome la ultima mamada saco hasta la ultima gota de mi semen. Sabia que era el placer pero nunca  había sentido lo que hasta hoy todavía no puedo describir. Desde esa noche me enamore del sexo.