Sentir solo la presencia de una persona deseada motiva y excita, saber que tu cuerpo es un templo también para el otro y que lo valora lleva a cualquier mujer a empoderarse y olvidar cualquier imperfección. Que extasiada puede sentirse una mujer tan sólo viendo en los ojos de su hombre el deseo y anhelo por hacerla suya y que no existe mujer más hermosa que la que se tiene enfrente.

No entendía por qué faltaba algo, por qué sin dejar de ser bueno no era tan fácil portar una linda prenda sexy, por qué la inseguridad no permiten terminar el plan y por qué sin ser así la inseguridad se apoderaba de varios momentos y es allí donde las dudas se resuelven. No hay mejor afrodisiaco que sentirse la mujer más hermosa frente a los ojos de quien se desea, ahora lo puedo reconocer en cada una de las miradas. Por más seguridad que se tenga una mirada, un gesto puede cambiarlo todo.