Leo varias iniciaciones en este mundo maravilloso del sexo y me ánimo a contar la mía.
Soy el menor de 4 hermanos, con una diferencia de edad muy grande con el que me sigue, 11 años, se imaginarán el consentido de la casa.
Cuando tenía 15 ya todos mis hermanos o se habían ido de la casa o permanecían por fuera. Y en esa época mi mamá cambió de la señora que por muchos años ayudó en la casa con las labores domesticas por una señora de unos 35 años Aleida se llamaba, bastante rara. Una señora humilde del interior del país y muy seria , hasta brava.
En mís vacaciones cuando mis papás estaban en el trabajo, Aleida iba a despertarme para ella poder arreglar la habitación y un día de esos me encontró dormido con la.mano dentro del pantalón de pijama y con una erección elegantisima, de unos meses para acá, era lo más normal de este mundo para mi.
Me levanto de un grito, ay joven que es eso, sin quitarme la mirada de encima, arropese o echese agua fría en ese pipí, para que se le pase la ventolera.
Claro a mi entre risas y penas me levantaba a desayunar y seguía medio paroludo hasta que me bañaba.
Pero para mí era un espectáculo cuando Aleida le tocaba el aseo de los baños. Se ponía unas pantalones cortos, donde se le veían bien las nalgas grandes y esas piernotas y si le caía agua en la camiseta las tetas eran grandes divinas. Ahí en vivo.y en directo.
Y yo la.esperaba a la.salida del baño ahí en mi habitación y se notaba mi erección en la cama.
Ella sólo decía cuando salía, Hummm!!! Y es que se la va a pasar así todo el día, con ese pipí ahí alborotado, yo me reía y ya ninguna pena me daba.
Un día bajé al primer piso y la habitación de ella era en la parte trasera de la casa, no hice ningún ruido, incluso pensé que no estaba y cuando llegué a la puerta de la habitación, pucha, estaba desnuda , recién se había bañado y no puedo olvidar ese cuerpo, rellenita no tan gorda un culo delicioso, firme y unas tetas grandes lindas que le colgaban.
Cuando se dio cuenta que estaba ahí, me gritó, no me asusté, ud que hace ahí parado ????Refunfuño, yo se que le gusta mirar pero tiene que hacer algo para eso mijito, mire como tiene ese pipu de alborotado, pero ya era descarada mi forma de ser con ella, y ya con 17, en lugar de irme me quede ahí parado en la puerta y me metí la mano al pantalón para acomodarme y sobarme la pija y le respondí que va a hacer????
Ella se puso los interiores y siguió refunfuñando, donde su mamá se llegue a dar cuanta me.echa pa la mierda y ahí sí va a ser el problema.
Me tiré ahí en su cama para verla más.de.cerca y de repente ella se sentó en la cama me.agarro el.pene por encima del pantalón y me lo sobo. Es mejor que se salga para evitar problemas. Yo.me baje el pantalón y ella me empezó a pajear y muy rápido me vine.
Me.quede ahí como si me hubiese dado un paro cardíaco. Ella fue saco papel higiénico y me limpio se terminó de vestir y salió.
Unos dos días después, me fue a despertar me hice el dormido entre risas y cuando se acercó la jale para la cama, le llevé su mano a mi pene me pajeo y me llevo su mano a su vagina y ahí.empezamos.
Me quité la ropa , la ayude con la suya y lo primero que hice fue colgarle a sus tetas ricas como lo había visto en las películas eróticas de media noche, me acomode sobre ella y la penetre , sentí que había entrado al cielo. .ella.no decía nada era con los ojos cerrados como si fuera algo.con dolor y me dejo que me moviera ahí una y otra vez rápido. Y llegue.
Así pasaron varias veces en.las vacaciones o cuando mis papás no estaban. Se me acostaba al lado, me pajeaba me.dejaba que la.montara y después pasamos a la.mamadita, que no le gustaba mucho o la chipadita de su vagina que le encantaba.
Creo mal contado tuvimos sexo unos dos años esporádicamente. Solo una vez entrada la noche, baje a la habitación a echarnos un rapidito pero había en ese entonces un bendito perro que empezaba a ladrar y llorar y no dejaba por.miedo a que mis papas se dieran cuenta.
Termine la secundaria y mis papás me enviaron a estudiar afuera.
Ella por problemas con su familia en su pueblo, renuncio y nunca más volvimos a saber de ella.
Así fue mis primeras veces.