Lincy Acosta

Despertar Juvenil

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Anonymous
Ago 20, 2018 11:29 PM 0 Answers
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Cuando tenía 15 años cursaba décimo grado en una escuela en la zona rural de un lejano poblado, en la mitad de montañas y verdes paisajes. Un día de regreso a casa debía atravesar un camino de herradura por donde solo se transita caminando y sobre lomo de caballo, pasando por otras fincas y casas campestres de la zona hasta finalmente llegar a mi casa. En ese recorrido diario me acompañaba Mayerli, una compañera de 14 años, ella en ese tiempo era mediana de estatura y me llegaba a la altura de mis hombros, vivía de camino a mi casa, así que nos acompañábamos. Lo destacable de Mayerli era sus nalgas, era era de color trigueña o morena su piel y tenía cabello liso oscuro largo que le llegaba hasta el inicio de sus voluptuosas nalgas que a veces en el aula de clases le tocaba a través de rozamientos inocentes y a lo que ella permitía sin protestar. En una ocasión de regreso a casa luego de la jornada escolar nos detuvimos bajo la sombra de una frondoso árbol a descansar y en medio de una zona boscosa donde no transitaba nadie. Mayerli se sube a una de las ramas de ese árbol para bajar unas frutas maduras que había visto, así que se despoja de su morral y de su calzado y seguidamente trepa ese árbol; ese día ella llevaba puesta su falda del uniforme y mientras ella iba por esas frutas arriba en las ramas de ese árbol, puede observar y contemplar sus piernas, su panti color rosa y como ese panti se le introducía entre esas nalgas. No pude contener mi erección y ésta se evidenció a lo cual disimulé con mi morral mientras me sentaba sobre el cesped. Así estuvo Mayerli un rato bajando y buscando frutos maduros para comer, a lo cuál no perdía oportunidad de detallar su cuerpo que cubría bajo esa falda de su uniforme y que me deleitaba en ese momento, en ocasiones, mientras ella se movía entre las ramas de ese árbol lograba detallar sus labios vaginales apretados contra el panty.
Luego de bajar ella con los frutos, comimos algunos, estaban muy deliciosos, en eso me dice Mayerli que quería orinar y que lo haría cerca de donde nos encontrabamos, así que mi morbo se encendió aún más y quería observarle mientras lo hacía, así que le dije, que fresca que fuera y orinara. Ella sale y buscó una zona mas adentro de aquella zona boscosa donde nos encontrábamos solos para orinar, descalza y medias se fue tras un árbol pequeño, yo le seguí sin que lo natara y vi como se acurrucó, y ella de espaldas a donde me encontraba observándola, levantó su falda, bajó su panty color rosa, mientras sostenia hacia adelante su falda para facilitar la micción. Pude observar ese par de cachetes trigueños, casi que perfectos y parte de sus labios vaginales con algo de vellos oscuros. Mi pene se puso tan duro como la piedra que estaba cerca a mi, estaba muy erecta mi verga por aquello que habían observado mis ojos, ese par de piernas muy bien torneadas, ese par de nalgas que algunas veces rozaba con mi pelvis en el aula con tal de sentirlas rápidamente. Observé mientras ella orinaba sin yo hacer ruido alguno que hiciera que ella se asustara y me viera.
Evidencié cuando ella estaba por terminar y me regresé rápidamente sin hacer ruido hasta el sitio donde estábamos inicalmente, no sin antes ver como se ponía de pie con la falda echada hacia adelante y se subía sus calsones contemplando ese par de nalgas que me hacían desearle con mas fuerza.

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