Desde el día que el imprudente tocó la puerta e interrumpió el sexo oral entre nosotros en la camilla del consultorio de ella, las ganas aumentaron.

Hablabamos todo el tiempo por texto en WhatsApp y por llamadas que yo le realizaba con algún pretexto para escuchar su voz y decirle que la estaba deseando.

Muchos de los chats terminaban en video llamada por las noches, ella me excitaba de tal forma que mi verga se quería estallar cada vez que la veía por cam. Al ver su chocho moreno casi morado me imaginaba besando, lamiendo, succionando su clítoris, recorriendo las paredes de su vagina y metiendo la punta de mi lengua en su culito.

De esas video llamadas recuerdo como si fuera hoy que me decía: papi todo estos es tuyo, mira como me tienes, me pones mal, me tienes arrecha, mira como me mojo!!. Muchas veces mi verga se ponía tan tensa que me masturbaba mientras la veía a ella en la pantalla de mi celular y de ver su lindos senos grandes y redondos y su chocho descomunal que pedía a gritos ser penetrando.

Un día cualquiera caímos en tentación, Si tentaciónes se llama el motel al cual fuimos a matar nuestro fuego interior. En medio de una conversación le dije paso por ti y ella respondió mejor yo paso por ti, así fue, estaba todo listo para consumar estas ganas inmensas.

Entramos a la habitación y empezamos a besarnos con tal pasión que si alguien nos hubiese visto dice: están enamorados, pero que va, nos consumía el fuego de la pasión y el placer, ambos queríamos sexo desenfrenado sin compromiso, mientras la besaba acariciaba sus senos, ella por su parte me agarraba la verga y sutilmente me quitaba el fajon y abría mis pantalón.

Mientras tanto yo, hacía lo mio y no me quedaba atrás, chupabas sus senos, besaba y lamia su cuello, metía la punta de mi lengua en sus orejas, buscando su oído, susurrando hoy te voy a hacer mía, te voy a coger para que me recuerdes siempre. Nos sobraba la ropa quedamos desnudos y empecé por hacerle un oral, siendo totalmente sincero su chocho sabia a gloria, no quería despegarme de él, estaba totalmente mojada, por momentos hacía una pequeña pausa para ver la expresión de su cara, su cara que era más placer, lujuria y picardia, apretaba las sábanas blancas, mientras tanto yo, con mi respiración agitada, chupaba su vagina, el nies y su culo...

No aguanto más y me dijo: ahora me toca a mi, decidí aceptar su propuesta porque sabía que estaba utilizando un método tan antiguo para no terminar en un orgasmo rápido, muchas veces lo he hecho yo. Me empezó a chupar la verga, mezclaba lamidas con besos y succión, me chupaba los testículos y me dijo, me la quiero meter toda en la boca pero es muy grande y gruesa.

Sin tratar de jactarme, soy un fiel ejemplo del principio de proporcionalidad, pues mido más de 1,85 metros. En esos momentos sentía que me iba a acabar, le dije te quiero penetrar, respire y me dijo bueno, hice como si no conseguía los condones para ganar un poco de tiempo, sinceramente sentía que tenía la leche en la punta de la verga y no quería pasar por un eyaculador precoz..

Empezo la faena, me monte encima de ella, comencé lentamente mientras la besaba, el ritmo fue aumentando y con ellos los cambios de posturas, abrí totalmente sus piernas arrodillado frente a ella ya no era tan sutil, mis embestidas eran duras y rápidas, puse mis piernas en mis hombros y me recline a su cuerpo, ella suspiro y dijo: te siento todo papi, dame..

Eso fue una inyección de combustible a mi motor, le daba duro, suave, podía pasar de 20 km a 100 km en segundo como los carros, mi respiración era la de un toro en plena corrida, mientras que sus gemidos eran sutiles pero cargados de placer, la puse en 4 y contemple su espalda, apreté su cintura y vi como sus nalgas rebotaban con mi cuerpo cada vez que la embestia..

Quiero estar arriba dijo ella, como buen caballero complazco su deseo, se monto encima y tenias ciertos trucos y movimientos que me querían llevar al clímax, en especial recuerdo uno, en e cual con su coño o mejor aún con las paredes de su coño apretaba mi verga, le dije, quiero cuclillas y empezó a trabajarme en eso hasta que le dije aguante más, me dijo te quiero hacer acabar con la boca, me quito el condon y me llegue en su boca, pensé que iba a botar mi semen al contrario, se lo tragó mientra decía: me constó mucho trabajo sacarlo como para desperdiciarlo, además contiene proteínas y vitaminas.

El encuentro se prolongó por más de 3 horas en un cuarto de tentaciónes, al final terminamos yendo a un centro comercial, el que conozca Barranquilla sabe del portal del prado, queda relativamente cerca de donde estábamos. Los Granizados Juan valdez fue la mejor manera de recuperar energías después de tantas horas de sexo..

Nota: no me puedo registrar en esta página, ayúdenme a hacerlo y seguirán las nuevas historias reales de mi mundana vida, dejen sus comentarios!!