Hola. Primero que todo quiero  comentarles que soy una persona sexualmente muy activa y que si empiezo a leer las confesiones de otros antes de redactar la mia (que será la primera despues de muchas mas totalmente reales), terminaria masturbandome y despues quizas ya no me queden ganas de escribir. Por esa exclusiva razon, inevitablemente iniciaré con mi relato antes de proceder a lo que ya saben.

Asi como dice el titulo de mi narracion, a la tierna edad de 4 años, (en estos momentos tengo 40), por razones laborales de mis padres, yo era dejado en casa de mis abuelos maternos bajo el cuidado de varias de mis tias, solteronas por cierto. De igual manera le ocurria a otros primos y primas, algunos con edades un poco mayores y otros un poco menores que la mia, con los cuales pasabamos el dia jugando hasta que por la noche mis padres venian por mi para llevarme a nuestra casa. Adicionalmente, una adolescente de nombre ELSA, de no mas de 13 o 14 años se encargaba de los oficios domesticos. Increiblemente, aunque hayan pasado los años y muchos de mis recuerdos un poco mas recientes hayan desaparecido de mi mente, casos como este en particular permaneceran tatuados en mi pensamiento por obvias razones. Elsa era una jovencita bastante morena, delgada y de muy bajos recursos traida del pueblo de donde muchos años atras se habia venido mi familia a la ciudad en busca de mejores condiciones y sin otro pago que su manutencion, alimentacion, vestido y algo de educacion, ella obedecia a mis abuelos y tias en lo que se requiriese.

Sucedio entonces, que en una ocasion por motivos que desconozco, el resto de mis primos no estuvieron ese dia y como de costumbre fui llevado a donde mis abuelos. Lo siguiente que recuerdo es haber sido tomado de la mano por Elsa y conducido hasta un callejon en el patio al lado de la casa. Ella, agachada con su falda recogida saco mi pene y acariciandolo suavamente lo apretaba y soltaba mientras con la otra mano levantaba su pantaletica y deslizaba el dedo entre los  labios de su vagina ademas de frotarse el clitoris.

Ese olor fuerte y penetrante que salia de su vulva, imagino que muy poco aseada por su condicion, nivel educativo y edad sin querer decir con esto que me disgustaba, es uno de los primeros recuerdos que reposan en mi mente y es muy probable que hayan sido el motivo de mi vida sexual tan desenfrenada.

Asi continuó agarrando mi pene erecto y masturbandose con la otra mano hasta que con un leve empujon en mi pecho me acostó en el suelo y con toda la falda recogida, su pantaletica desplazada, su vulva empapada del fluido por su excitacion, se poso muy despacito sobre mi pene, mientras yo sentia ese fuerte olor y permanecia inmovil disfrutando la sensacion de calor que experimentaba en la punta de mi pene.

Recordarlo ahora, es igual de excitante que en ese momento y fue mi iniciacion en este delicioso mundo del sexo, pese a que despues de un rato, su fechoria fue descubierta por una de mis tias que la tomo del pelo y con mucha fuerza la haló y  empezo a castigarla, sin decirme nada a mi obviamente porque ciertamente YO FUI LA VICTIMA.