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Nunca antes le habia sido infiel a mi marido y la verdad ahora que ya paso ni yo misma me puedo creer la forma en que aquel dia me atrevi a hacerlo. Quizas fue porque mi marido se ha puesto flojo, gordo hasta su rendimiento sexual no es ni comparable a como era antes, no es excusa y lo se, simplemente trato de darme una explicacion a mi misma.

Siempre me ha gustado entrenar, hacer ejercicios y verme bien. Me considero una mujer atractiva y con buen cuerpo, tengo buenas piernas, muchos hombres me miran con ganas de hacerme de todo y eso obviamente como mujer me super levanta el ego. Mi entrenador en el gym, un hombre guapo y de buen cuerpo me piropeaba y me hacia insinuaciones subidas de tono todo el tiempo. Yo lo miraba a mi esposo y la verdad cada vez se hacia mas dificil negarse a la tentacion de un hombre viril y que me tenia ganas como mi entrenador.

Aquel fatídico dia simplemente me deje llevar! Nos habiamos quedado los dos solos en el gym luego de una sesion y el se metio al camerino de mujeres. Yo no me habia quitado la ropa todavía pero estaba descalza con sandalias, al verlo le dije «oye que haces aqui» y el me respondio «tu ya sabes lo que quiero de ti mi amor” mientras me agarro por la cintura y trato de besarme en la boca.

Yo le pelee para hacerme la decente como mujer casada y con hijos, le decía que no podia serle infiel a mi marido, que no podia hacer esto, pero que va! como les dije la tentacion habia estado creciendo ya por buen tiempo. Despues de unos momento la verdad es que cedí, nos empezamos a besar apasionadamente y mi entrenador empezo a meterme la mano y agarrarme de todo. Me empezo a bajar los shorts y el calzón del cuerpo, yo no me creía lo que estaba pasando. Habia un mueble un poco alto dentro del camerino y mi entrenador me sentó encima del mueble, el se bajo los pantalones, me agarro fuerte por las piernas y ahi mismo empezo a metérmela toda.

Fue rico, no lo voy a negar, fue muy rico! Hacia años que no sentia a un hombre de esa manera tan viril. El me agarro por las caderas y empezo a penetrarme fuerte con todas sus ganas. Si llego un momento que yo tambien perdi la cabeza, lo abraze con las piernas, le puse los pies encima y empece a decirle en la oreja que no se detuviera, que no dejara de hacermelo asi de rico.

Fueron los mejores 15-20 minutos de muchisimo tiempo! Obviamente cuando el se termino todo yo no sabia ni donde meter la cabeza, no habiamos usado condon y el se habia venido fuerte, me habia dejado toda llena de semen entre las piernas, me sentia avergonzada de lo que habia hecho. Era una mujer casada, como iba a regresar asi a mi casa!

No regrese al gym en mas de una semana, aun cuando el entrenador me enviaba textos de que podiamos continuar entrenando y no teniamos que hablar de lo que habia pasado, pero yo me sentia pésima por haberle sido infiel a mi marido, sobre todo de la forma tan vulgar y fácil en que lo hice.

Si eventualmente regrese al gym y aunque tengo que decir que mi entrenador ha cumplido su palabra y no ha hecho comentarios ni insinuaciones sobre lo que paso aquel dia, pues la tension siempre esta ahi. Yo no quiero que vuelva a suceder pero les mentiria si no les dijera que aveces mientras entrenamos mi entrenador no me agarra por las caderas y ambos sabemos lo que nos esta pasando por la cabeza

Jeanette Pregunta respondida 9 septiembre, 2025