Lincy Acosta

mi primera vez, su primera vez

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Anonymous
Ene 13, 2021 02:46 PM 0 Answers
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Antes que nada, resalto que esta historia es tan fidedigna como la vida misma.
Soy huérfano de padre. Mi madre se comprometió un par de años después con un señor mayor creyendo que le daría la estabilidad necesaria para educar y criar a mi hermana y a mi. Nos mudamos a la capital en busca de oportunidades, empezamos a estudiar y mi mamá trabajaba todo el día. Mi padre (el de crianza) acostumbraba a emborracharse cada vez que llegaba cualquier dinero a sus manos y acostumbraba a traer a casa a sus amigos para tomar. Como en la casa donde vivíamos frecuentaban estos señores, yo vivía pendiente a todo, velando por mi hermana menor. No fuera que algunos de estos viejos se propasara en medio de su desinhibición. El caso es que teniendo yo 13 años, un día vino a nuestra casa un amigo de mi papá y su "mujer" que en realidad era una niña de 14 años. el tipo tenía como 43 años y por lo que supe después se había escapado de la capital Bogotana por líos legales. Cuando nos presentaron a la niña y a mi, fue una chispa inmediata. Sam, era blanquita, de labios pálidos, usaba unas medias veladas de esas que usan las rockeras, una falda negra de cuero, y una blusa holgada. Tenia el pelo teñido de rojo y un piercing en la nariz. A esa edad, yo la veía como algo fantástico. Pero lo que más me llamó la atención fueron sus enormes tetas. En realidad no podía sacar de mi cabeza la idea de pegarme ahí y mamarle los pezones como si no hubiera un mañana (y es cómico si tienen en cuenta que a esa edad era un chico virgen que nunca había visto mujer desnuda fuera del porno). Esa tarde, hablamos largamente y poco a poco nos fuimos conociendo. Los siguientes fines de semana, que su "marido" veía a casa a tomar, Sam se quedaba con mi hermana y conmigo en el cuarto, poníamos seguro y nos poníamos a bailar los tres como niños. Era tierno, ahora que pienso. Aun recuerdo cuando bailando Dance-hall me dijo que le gustaba mi boca. Lo triste de este relato es que Sam no era feliz, como ya alguno puede entrever, El señor de 43 años, se aprovechó de su inocencia, se hizo amigo de ella y la convenció para salirse de su casa y escaparse con él a otra ciudad con la promesa de ponerla a estudiar y conseguirle un trabajo. Cuando estuvieron juntos la primera noche en esta ciudad, la emborrachó y abusó de ella. Ella me confesó que lloraba mientras él estaba encima y ella trataba de bajarlo y él solo bufaba como una bestia. Sentí demasiada tristeza y empatía al escuchar todo porque como dije al inicio, tengo una hermana menor y no quisiera que ella viviera algo semejante. Esa noche ella se quedó a dormir porque el amigo de mi papá y mi papá salieron a amanecer en la calle quien sabe hasta que hora. así que a Falta de cama, Sam se acostó con mi hermana y yo me acosté en la otra cama, compartíamos cuarto. No podía dormir sabiéndola a ella ahí, tan cercana. quería hablar con ella... así que me levanté y le acaricié la pantorrilla, ella no dormía, me dijo "qué haces, vas a despertar a tu hermana". y yo le dije que quería hablarle. Entonces ella se escurrió de al lado de mi hermana y se acostó conmigo en la otra cama. empezamos hablar de su niñez, de mi niñez, de su primer novio, de mi primera novia. Y de lo que nos gustaría de grandes. Fue un momento bonito. Luego, ya con algo de confianza, le dije que me gustaban sus senos, que me volvía loco lo grandes y blancos que eran, aun en la oscuridad de la noche, se veía la parte superior. Eso la hizo avergonzarse, y me preguntó si alguna vez había tenido relaciones con mi novia. le dije que no, que a ella le daba miedo. Y eso como que la prendió, me puso la mano encima de la pantaloneta y me sobó la verga diciendo "osea, que aun no conoce la gloria este amiguito?" y la miré a los ojos ahí acostados y la besé. Su lengua era dulce, se movía serpiente por dentro de mi boca, me gustaba esa nueva sensación, bajé mi mano y la metí por dentro de su short de tela y comprobé que estaba recién afeitada porque ya sentía los cañoncitos, le busqué los labios vaginales y se los abrí suavemente con el índice y el dedo medio. Luego le metí el dedo más largo y ella empezaba a apretar los labios en mi oreja. No se aguantó más y también metió mano a mi pantaloneta y me empezó a masturbar, me agarraba torpemente la verga que ya estaba dura como un bate. (ahora ya con más experiencia puedo recordar cuan torpe lo hicimos) cuando ambos estábamos ya mojados por las caricias, ella me dice "¿estás seguro que quieres que sea conmigo?" y yo en medio de mi arrechera; "sí, estoy seguro" (qué hombre respondería algo diferente en esa situación XD) Pero analizando, supongo se sentía indigna por eso de la violación... Ella se hizo a un lado el short y se ensartó solita en la verga, se inclinó hacia mí y me besó en la boca, yo no sabía ni que hacer. empecé a mover sus nalgas hacia adelante y hacia atrás y creo que eso le gustaba porque clavó sus dedos en mi pecho sin dejar de besarme. me gustaba como sus fluidos me empapaban la pantaloneta que todavía traía puesta. Luego de un rato así, ella me dijo que mi hermana podía despertarse, que mejor saliéramos del cuarto. Ásí que nos fuimos a la cocina y nos tiramos en el piso. ella se puso boca arriba y me pidió que se lo metiera. Yo era muy obediente. Se la introduje primero con miedo, porque hacía caras de dolor y luego ya con más confianza. Y de la cara de dolor cambio poco a poco a tener una cara de excitación que me recordó a las actrices de las películas porno, esas que fingen ser unas perras para la cámara, pero aquí no había nadie que grabara, así que sí, Sam era volcán en nacimiento. Seguimos en posición de misionero, y cada vez me pedía al oído que le diera más y más, y yo empujaba la verga hasta que le tocaba algo por dentro y ella soltaba un gemido corto (mi mamá dormía así que no podíamos hacer ruido) y entre más duro le daba, más me abrazaba la espalda, así le dimos en misionero y terminamos en la sala resbalándonos por nuestro sudor y por cada embestida. Aun recuerdo que ella me decía "Esta es como mi primera vez" y yo me emocionaba más y le daba más rápido. No me vine. me cansé antes por el esfuerzo físico, ella se dio cuenta y me dijo "quieres que te chupe?" y yo respondí como era natural, poniéndome de pie y ayudándole a que se pusiera de rodillas. Empezó a mamarme la Verga primero tiernamente, como quien chupa un cococono, y ya luego con ansias, como si fuera la última verga en el mundo. Yo miraba hacía abajo y veía sus ojitos cafés, sus labios pálidos tragándose mi verga oscura, sus tetas increíblemente blancas y me sentía el más afortunado. Escuchamos el ruido de un carro parqueando en la entrada y nos fuimos corriendo al cuarto y nos hicimos los dormidos. Habían llegado en taxi mi papá y el amigo, borrachísimos hasta más no poder. Eran las 3 am.
el qué pasó con Sam, lo contaré en otra confesión.

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